Era
una de las preocupaciones de Menéndez Pidal y de Navarro Tomás contar con la
colaboración de un filólogo luso que participase en las encuestas por
territorio gallego y portugués; de hecho, en una carta a Amado Alonso, Navarro
Tomás menciona que el portugués Rodrigo de Sá Nogueira ha acudido al madrileño CEH a estudiar fonética y que “ha
aceptado con entusiasmo la idea de encargarse de la parte de Portugal y Galicia”
(carta de Navarro a Amado Alonso, 15 de noviembre de 1930, cit. Cortés
Carreres y García Perales, pág. 76), información que concuerda con la que puede extraerse de
una misiva que Menéndez Pidal dirige a finales de ese año a la portuguesa Junta
de Educação Nacional; en ella da cuenta del deseo de los responsables del ALPI de que «la exploración de los
pueblos de Portugal que hayan de figurar en dicho Atlas sea encomendada a una
persona de lengua portuguesa», juzgando don Ramón que Sá Nogueiraha
llegado a Madrid en ocasión oportuna para tomar parte en algunos de los
ejercicios que los colaboradores del Atlas vienen realizando con el fin de
fijar y afinar todo lo posible la unidad de criterio indispensable para la
uniformidad de la investigación. Las cualidades personales del Sr. Sá Nogueira,
sus conocimientos de filología portuguesa y el interés que demuestra por los
estudios fonéticos que constituyen parte esencial en el trabajo del Atlas, nos
han hecho pensar en dicho señor como persona especialmente indicada para tomar
a su cargo los viajes lingüísticos correspondientes a Portugal (carta de Menéndez
Pidal a la Junta de Educação Nacional, 22 de diciembre de 1930, transcrita
parcialmente en Manuel de Paiva Boleo, «O interesse científico da linguagem
popular» [publicado previamente en 1942], en Estudos de Lingüística portuguesa e románica. Volume I Dialectologia e
história da língua, Coimbra, Universidade de Coimbra, 1974, I, págs. 45-93;
la cita en las págs. 87-88).
Puede también comprobarse que en la justificación
de gastos correspondientes al año 1931 de la subvención al ALPI, se
anota que se destinaron 1839,60 pesetas a las “Excursiones realizadas por los
señores Navarro, Espinosa y Nogueira” (JAE, Memoria correspondiente a
los cursos 1931 y 1932, Madrid, JAE, 1933, pág. 403), lo que confirma que
el portugués tomó parte en las prácticas de encuesta, probablemente en las
realizadas en la sierra madrileña, tal y como indica Manuel de Paiva Boleo:
O Dr. Sá Nogueira ainda chegou a fazer varias
viagens de investigação definitiva nos arredores de Madrid, umas com os Profs.
Navarro Tomás e Aurelio Espinosa, e outras só com este último (Manuel Paiva
Boleo, «O interesse científico da linguagem popular», pág. 88).
Contamos
también con el testimonio del propio Sá Nogueira, en una carta a Luís Cardin,
estudioso de la literatura inglesa y Director en esas fechas de la Facultad de
Letras de la Universidad de Porto. Lo informa de la mudanza del CEH a su nueva
sede en la calle Medinaceli y de su denso horario de trabajo (de las diez a
trece horas por la mañana y de cuatro a ocho por la tarde); le confiesa,
además, que había venido a España con cierto recelo por la turbulencia política
que se estaba produciendo, pero le declara que “afinal estava tudo em
absolutíssima paz. Este povo é extraordinário. Implantaram a república
dançando ao som das castanholas” (carta de Sá Nogueira a Luis Cardim, 20 de
abril de 1931, Accesible en el enlace <https://luiscardim.wordpress.com>). Gracias a esta carta,
sabemos también que “Os meus trabalhos têm continuado bem” y que habían planificado “no
próximo mês de maio fazer uma viagem com o Prof. Navarro Tomás pelo sul da
Espanha, e depois por Portugal. Vamos fazer as primeiras explorações para o
atlas linguístico”.
No obstante, mientras el colaborador norteamericano
se consagra decididamente a las investigaciones dialectales, Sá Nogueira acaba
abandonando el proyecto, hecho que molesta profundamente a Navarro Tomás, al
trastocar sus planes:
He recibido la mala impresión de saber de Sá
Nogueira, por carta que hoy ha llegado a mi poder, que en vista de las
experiencias que hizo en los viajes del Atlas y dada la medida de su
preparación y de sus fuerzas, desiste de hacer la parte de Portugal. Lo siento
por el tiempo que le he dedicado y por la dificultad de sustituirle;
Sin embargo, al tiempo manifiesta sus dudas acerca
de las capacidades del portugués para asumir las labores de encuestador, con
una valoración muy negativa:
la verdad es que […] cuando llegó el momento de
probar a Sá Nogueira sobre el terreno [...], mis impresiones, como ya dije a
usted, no fueron satisfactorias. Tal vez haya sido lo mejor que él mismo se
haya anticipado a tomar una determinación que más tarde hubiera sido más
violenta (carta de Navarro a Menéndez Pidal, 8 de agosto de 1931, Cit. Cortés
Carreres y García Perales, La historia interna del Atlas Lingüístico,
pág. 77).
A pesar de su temprano
abandono del proyecto, se ha llegado a conceder a Sá Nogueira un cierto papel
en la elaboración del ALPI. Así, resulta ciertamente chocante
la confusión de David Heap cuando afirma que, poco antes de estallar la Guerra
Civil, “Otero empezaba los [enclaves] del norte de Portugal en compañía del
colaborador portugués Rodrigo de Sá Nogueira” (“Tomás Navarro Tomás y el Atlas
Lingüístico de la Península Ibérica: un intelectual de la República”, Al-Basit.
Revista de Estudios Albacetenses, 51-52, 2008, págs. 69-87, la cita en
la pág. 80); otra conocida estudiosa, Pilar García Mouton, se
equivoca también al indicar que se ocuparon «del área gallegoportuguesa, Aníbal
Otero, gallego, y el portugués Rodrigo de Sá Nogueira, que luego fue sustituido
por Armando Nobre de Gusmão» (“Los trabajos del Atlas Lingüístico de la
Península Ibérica (ALPI) y la Revista de Filología Española”, en P. García
Mouton y M. Pedrazuela Fuentes, eds., La ciencia de la palabra. Cien
años de la Revista de Filología Española, Madrid, CSIC, págs. 175-208; la
cita en la pág. 187): el primero de los lusitanos no tomó parte en ninguna de
esas encuestas gallegas o portuguesas, en tanto la participación de Gusmão
quedó en realidad reducida a apenas catorce puntos de la geografía portuguesa
durante poco más de un mes de encuesta en el verano de 1936.
Curiosamente, tras abandonar
el proyecto del ALPI, fue autor de una amplia bibliografía sobre lingüística
portuguesa (y en buena parte sobre fonética).